Me decido a escribir este post al comprobar que muchos jóvenes cuando acaban sus carreras y comienzan a buscar su primer empleo, no tienen clara la diferencia entre trabajar para una consultora o para una empresa de las que llamamos negocio o cliente final. Por tanto, no elaboran una estrategia definida en su búsqueda activa de empleo.
En mi caso, he tenido esa maravillosa mezcla de esfuerzo, ambición y "estar en el sitio y en el momento adecuados" (porque ya sabéis que no me gusta la palabra suerte, la suerte nos la buscamos día a día) que me han brindado la oportunidad de haber tocado las dos caras de la moneda, en una de las mejores empresas de servicios mundiales. Trabajar en el departamento interno de RRHH y en el de consultoría de esta misma especialidad (mi terreno son los RRHH, pero este post se puede extrapolar a cualquier tema en el que se conciba la consultoría, es decir, a todos). Por tanto, desde mi humilde y no muy extensa pero si intensa experiencia, me gustaría poner mi granito de arena a la hora de tomar esa difícil decisión.
¿Qué es un consultor? ¿a qué se dedica? Pues un consultor es a grandes rasgos un médico de empresas. Cuando éstas tienen un problema o necesitan ayuda o asesoramiento de algún tipo, acuden a un consultor externo para que les aconseje. Por tanto, existen tantos tipos de consultores como tipos de problemas pueden tener las empresas, es decir, infinitos.
Podríamos clasificar la consultoría (aunque no siempre es así, porque existen también consultores generalistas) por temas y por industrias. Es decir, existe consultoría de temas estratégicos, de RRHH, financieros, etc. Y dicha consultoría puede dedicarse a asesorar a empresas de todo tipo de industrias: desde una empresa automovilística hasta una que proporciona información a través de internet. Ahí reside el tan inabarcable como apasionante mundo de la consultoría. En definitiva, tienes que saber, aprender o al menos "parecer" que sabes (ojo, que también es un arte) de todo. Pero eso es lo que lo hace interesante, nunca paras de aprender, y aburrirte, no te aburres, eso lo aseguro.
Pero, ¿por qué contrata una empresa a una consultora, si nadie mejor que ella conoce su sector, su industria y su propio problema? porque sólo una persona externa puede ver los cuadros torcidos de la empresa. En muchos problemas, hay que salirse de dentro, tomar perspectiva y sólo así se llegará a la solución. Es la filosofía del replantearse las cosas, que algo lleve toda la vida haciéndose de una forma, no significa que lleve toda la vida haciéndose bien (es más, casi siempre suele ser lo contrario). Un consultor que tenga cierta experiencia, ha conocido ya tantas empresas y sectores que sabe lo que puede funcionar mejor y peor. Además, los problemas de las empresas (como los de las personas) ya sea una aeronáutica o una que fabrica muebles, casi siempre se repiten.
Y ¿qué es una empresa final? ésta pregunta es más fácil: todas las demás. Se les llama así porque son las que fabrican u ofrecen un producto o servicio final. En este tipo de empresas el output es más tangible, fabrican algo, es más fácil sentirte parte de ello. Si trabajas, por ejemplo, en la empresa cervecera que piensa en verde, puedes contar orgulloso que tú formas parte de eso, que estás dentro de la cadena de valor, cada vez que alguien se esté tomando una Heineken a tu lado. El problema de una consultora es que no ofrecen algo tangible, no se fabrican mesas, ni sillas ... aunque a mí me gusta decir que se fabrica talento. Lo que hace es ofrecer a las demás empresas (ya sabéis la de las mesas, la de las cervezas, etc.) personas, tiempo y masa gris que ayuden a cubrir sus necesidades. Pero admitámoslo el producto final es un tanto etéreo.
Esto me recuerda a unos mails que intercambié no hace mucho con una excompañera de la consultora y gran amiga que, como muchos otros, se ha marchado a cliente final (en su caso, a una empresa aeronáutica). Me decía: Estoy aprendiendo muchas cosas, esto es una empresa de libro y todas las tareas tienen un sentido muy chulo: “al final ha de entregarse un avión a tiempo”. Esto, aunque a priori pueda ser una tontería, es muy fuerte. Todas las mañanas atravieso la factoría y veo trozos de avión, lo que aún me sigue impresionando... Estoy encantada de trabajar en una consultora, pero cuando leí estas sinceras frases que escondían tanta motivación en sólo 4 líneas, tuve una pizca de envidia sana "¿Y yo? ¿veré alguna vez aviones terminados?".
Esto me recuerda a unos mails que intercambié no hace mucho con una excompañera de la consultora y gran amiga que, como muchos otros, se ha marchado a cliente final (en su caso, a una empresa aeronáutica). Me decía: Estoy aprendiendo muchas cosas, esto es una empresa de libro y todas las tareas tienen un sentido muy chulo: “al final ha de entregarse un avión a tiempo”. Esto, aunque a priori pueda ser una tontería, es muy fuerte. Todas las mañanas atravieso la factoría y veo trozos de avión, lo que aún me sigue impresionando... Estoy encantada de trabajar en una consultora, pero cuando leí estas sinceras frases que escondían tanta motivación en sólo 4 líneas, tuve una pizca de envidia sana "¿Y yo? ¿veré alguna vez aviones terminados?".
Entonces ¿qué es mejor? vaya lío. Pues como veis cada una tiene sus ventajas e inconvenientes. Mi consejo sería que para comenzar tu carrera probarás en una consultora: es un master acelerado de conocimientos, aprenderás muchísimo a base de errores. Además nunca te aburres, al trabajar por proyectos cambias cada mes de objetivos, temas, empresas, industrias y hasta caras y escenarios. Eso sí, se trabaja y mucho, pero estamos en la edad. Dentro de unos años, con la experiencia que hayas adquirido elegirás si haces carrera en la consultora o pasarte a cliente final, con horario, vida y tiempo libre acorde con las personas normales.
Esos han sido mis consejos no vinculantes como consultora externa, ahora eres tú como cliente final del blog el que tiene la última palabra. Suerte en todas tus decisiones, serán las correctas.
Me ha gustado muchísmo este post y tu explicación de lo que es una consultora... Soy compi tuya de Madrid y me he sentido TAN identificada...! A ver si coincidimos pronto! :) A.Colin
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