domingo, 25 de septiembre de 2011

¿Ya no se valora el esfuerzo?


A veces pienso que estamos en un país donde no se valora el esfuerzo. Suena triste, pero es así. Donde cuando alguien consigue un buen trabajo, unas buenas prácticas o un ascenso, "ha tenido suerte". Frase hecha que utilizamos demasiado a menudo, sin darnos cuenta de su importancia.


Pero esto es lo mínimo que se puede decir. Ya que la suerte, al menos es algo que nos sobrellega, sin esfuerzo eso sí, pero no de forma malintencionada. Peor se pone la cosa cuando a alguien le va bien y lo que se dice es, en el mejor de los casos, "tendrá enchufe" " y en el más dañino y radical de todos "seguro que roba". Si es que por algo se dice que la envidia es nuestro deporte nacional.



Estas últimas frases, por ejemplo, se han estado escuchando mucho por Andalucía últimamente, realizándose un acoso y derribo a una familia porque sí, sin información, ni pruebas. Y no, no es mi intención hablar en este blog de política, ni de ideologías, ni de colores. Es un blog sobre los Recursos Humanos y por ello voy a hablaros de personas, personas trabajadoras, capaces y comprometidas, que han sido acosadas este último año, sólo por llevar un apellido.



No voy a explayarme en este tema, no es mi intención, ni el lugar, ni el momento, pero es uno de los tantos ejemplos, el más injusto quizás, que me hace preguntarme: ¿por qué a alguien cuando le va bien es, como mínimo, "porque tiene suerte", y en el más intolerante de los casos, "porque roba"? ¿Nunca se nos ocurre pensar que esa persona vale, que se lo ha currado, que se ha esforzado, en definitiva, que se lo merece?


Leí una vez una entrevista a Paco de Lucía que me pareció a todas luces reveladora de este comportamiento general. Cuando le preguntaron al gran guitarrista sobre el secreto de su éxito, éste contestó: "Llevó desde niño practicando una media de 14 horas diarias, y a eso en mi tierra, lo llaman duende".


Pues eso, desde el más injusto de los casos hasta el más dulce de ellos (porque "duende", quieras que no, poético suena) tenemos que convencernos de que así no son las cosas. Que existe una virtud que cada vez se está perdiendo más en los valores que enseñamos a las nuevas generaciones. Una virtud que se nutre de la paciencia y del trabajo. Valoremos el esfuerzo porque sin él no conseguiríamos nada.

1 comentario:

  1. Gracias Elisa por esta palabra, llevo mucho tiempo diciendo lo que tu has escrito... Un placer leerte

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