lunes, 7 de noviembre de 2011

Menos mal que antes de Internet tuviste a la Señorita Carmen

Iba el otro día caminando por la calle, cuando me topé con el siguiente anuncio:






El mensaje era claro y directo a la vez que sencillo y conmovedor. Paso a describírselo porque no se aprecia muy bien aquí. El anuncio nos muestra la visitada y recurrente página de Google, en la que aparece una búsqueda y sus resultados. La búsqueda: colonias francesas; los resultados: una serie de caros y glamurosos perfumes de nuestro país vecino. Abajo un simple pie de foto: "menos mal que antes de internet tuviste a la Señorita Carmen".

No sé cómo lo verán ustedes pero a mí me pareció un anuncio muy acertado a la vez que conmovedor. Con esto no quiero decir que esté en contra del progreso y la tecnología. Decir esto sería una tontería y más viniendo de una persona joven.

Todo en la vida depende del uso que se haga de ello. No podemos por ejemplo demonizar internet o las redes sociales porque ocurran cosas malas alrededor de ellas (abusos, delitos, moobing, etc.). Si estas cosas ocurren, es porque desgraciadamente ocurren en la sociedad y no olvidemos que las redes sociales son un espejo de ella. Todas las cosas buenas y malas que ocurren en la vida real, también ocurrirán en la virtual o "second life".

Evidentemente el progreso es el progreso, y no podemos ni debemos negarnos a él, además nos hace a todos la vida un poco más fácil. Ahora mismo ninguno imaginaría su existencia sin móvil, y recordemos que sólo lleva unos diez años en la vida de todos.

Yo soy una persona de a pie. Busco información en Google una media de 10 veces al día; estoy en las redes sociales (donde puedo contactar con personas e ideas de alrededor del mundo "a un sólo golpe de tweet"); tengo un blog, en el que pueden leer mis ideas cada semana una humilde pero fiel cantidad de seguidores (que de otra manera quedarían olvidadas en un cuaderno).

En resumen, me gusta internet. Pero sí que es verdad que en la vida hay cosas que nunca deberían cambiar, cosas irremplazables. Aunque en Internet se pueda encontrar más información que en las cabezas de todos los maestros de España juntos, hay algo que internet no puede enseñarte, algo que a mí me enseñaron D. Alonso, la Srta Reyes y el gran profesor D. Jose María, humanidad y valores, algo que las máquinas (de momento, que yo sepa) no pueden aportarte (y que sea por mucho tiempo)

            ¿Y a ti, quién te enseñó los valores?

Dedicado a Elisa Fernández-Viagas, estupenda maestra, mejor madre.







2 comentarios:

  1. Pues tenias razon jodía! Me ha encantado este artículo! Sobre todo al final cuando hablas de Doña Reyes Muñoz y de Don José María Cordoncillo. Muy grandes personas a las que añoro mucho y tengo muchas ganas de volver a saber de ellos. Desde aqui hago mi llamamiento: A ver si conseguimos ponernos en contacto con ellos y enseñares que hicieron muy bien su trabajo y estamos en el buen camino. Me encantaría Elisa poder hacer eso. Un saludo compañera!

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  2. Enhorabuena Elisa y gracias,
    fv57

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