miércoles, 4 de abril de 2012

La vida es bella

Para escribir este post, un post que espero emane alegría, esperanza y felicidad, me ha venido a la cabeza la entrañable película de Roberto Benigni. No voy a contaros las bondades de tal obra maestra porque creo que es por todos conocida. La considero la máxima expresión de lo quería transmitir en este artículo: positivismo, sobretodo positivismo ante las adversidades, que fijaros si en esta película sobraban.

La vida es como te la tomes, cada vez estoy más convencida de ello. Lo importante no son las cosas que te pasen sino cómo las percibes tú internamente. ¿Nunca os ha ocurrido que habéis recordado un acontecimiento pasado muy triste y habéis pensado: "cómo pude en ese momento con ello"? E incluso habéis añadido un "pues tampoco recuerdo haber estado tan mal". Pues sí, podemos porque de todo se sale, porque somos más fuertes de lo que imaginamos, porque esta vida es muy corta y estás aquí para ser feliz (como dirían los creativos publicitarios de Coca Cola, unos genios a mi parecer).

Cada vez estoy más convencida de que los acontecimientos exteriores no son los que marcan nuestra felicidad o infelicidad, es nuestra fuerza interior. Nos pueden pasar cosas muy duras y no sentirnos tan mal; y en otras ocasiones, por el contrario, lo que nos ha ocurrido es una tontería y sentirnos completamente desdichados. En mi caso, por ejemplo, a veces me sorprendo a mí misma llorando por una película o incluso un anuncio de televisión; y sin embargo, incapaz de soltar una lágrima cuando el momento lo requiere.

Diría que esto de la felicidad, al igual que el amor, tiene un fuerte componente químico. Me resultó curiosa una anécdota que me contó una gran amiga una vez. Ella tiene muchos problemas, infinidad de ellos y problemas gordos (no los nuestros). Yo siempre la he admirado, ya que los lleva con mucha dignidad, y siempre tiene una sonrisa en la boca, a la par que un consejo que darte para alguna de tus nimias adversidades. Pues bien, hubo una etapa, en la que el médico le aconsejó que tomara una pastillas antidepresivas, para combatir el gran estrés al que estaba expuesta. Es extraño -me comentaba- sé que sigo teniendo los mismo problemas, soy consciente, los puedo percibir, visualizar e incluso enumerar, sin embargo no me afectan lo más mínimo y me siento feliz.

Al final, todo es como lo percibamos y a veces pecamos de agrandar los pequeños problemas e incluso inventárnoslo cuando no los tenemos. Como dice la genial frase de Marc Twain: "he vivido cosas terribles en la vida, algunas de las cuales realmente ocurrieron".

Dejémonos de fantasmas que vuelan sobre nuestras cabezas, que la vida es maravillosa, con sus cosas buenas y malas, eso es lo que la hace especial. Todo el mundo se deprime alguna vez sí, la depresión forma parte de la vida, es parte del trato, como los días lluviosos o el dolor de oídos. Eso es lo que nos hace valorar los momentos mágicos: cuando en la radio suena por casualidad tu canción favorita, sentir los rayos de sol en tu cara un día de invierno, ver y escuchar el mar desde la ventana, terminar un buen libro, compartir un paraguas, un atardecer en tu sitio preferido, un buen trago a un zumo de tomate... en fin pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena y todas gratis!! (El zumo más de 3€, imposible).

                    ¿Cuál son las tuyas?




3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo Elisa. Y añado una frase familiar: la vida es a lo que uno se apunta. Si te ''apuntas'' a ser feliz, lo serás; pero si te ''apuntas'' al pesimismo sólo conseguirás atraer más tristeza. La felicidad no es un estado de ánimo, sino una decisión personal.

    Muchos besos y me encanta tu blog.
    Bea.

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  2. Elisa, la felicidad es química entonces? Es iniciativa personal? Es actitud? O es quizás ser capaz de disfrutar de las pequeñas cosas?
    Crees que el personaje de Roberto Benigni era verdaderamente feliz en la pelicula, o su única felicidad consistía en leer la esperanza en los ojos de su hijo?
    Fantasmas o sirenas, como querramos llamarles, creo que cada uno de nosotros tiene y siempre tendrá que enfrentarse a ellos, en aquel lugar que está entre los sueños y vigilia.

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  3. Cuánta razón...Nos unimos a tu descripción de Felicidad!! Y a disfrutar de esas pequeñas cosas del día a día...Un abrazo, {1x1}

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