Hace tan sólo 6 meses, escribía ilusionada un post acerca de mi inminente llegada a la capital de España, con muchas ilusiones y expectativas en la maleta.
Ahora me dispongo a hacer justo lo contrario, vuelvo a mi tierra, al sur. Y no porque la experiencia no haya sido positiva, al revés, si no porque se ha presentado una oportunidad muy interesante en mi camino. Oportunidad con un objetivo y una idea que me han seducido desde el principio: difundir e implantar una cultura pro recursos humanos en mi propia tierra, donde aún queda mucho por hacer (en todos los sentidos en general y en los RRHH en particular).
La verdad es que siempre he pensado que la idea de aportar algo y ayudar, aunque sea con un granito de arena, a la innovación y modernización del lugar de donde eres, es una grata y bonita experiencia. Es la idea con la que nace por ejemplo la beca Talentia: empápate de conocimientos y prácticas del exterior y luego vuelve a tu tierra e impleméntalas. Es el lugar que nos vio nacer, algo creo que le debemos, y qué mejor que devolvérselo ahora que peor están las cosas.
Mi etapa en Madrid, aunque corta, ha sido muy enriquecedora y pienso aplicar todos mis humildes conocimientos y experiencias adquiridos, aquí en el sur. Madrid tienes mil cosas buenas, al igual que Sevilla. Son dos grandes ciudades, cada una a su manera. Madrid tiene ese encanto de gran ciudad, moderna, cosmopolita, sin nada que envidiarle, bajo mi punto de vista, a cualquier otra capital europea. Cada día puedes hacer algo diferente, conocer gente nueva... Además de ofrecer, evidentemente, muchas más oportunidades profesionales, servicios y cultura.
De Sevilla, qué voy a decir. Sevilla es diferente, especial, su color también lo es, "Los del Río" no mentían. Tiene un encanto y una forma de vivir la vida, en la calle, entre amigos... única. Como dice la frase, "vivimos en una ciudad que regala sol" y eso, quieras que no, ayuda a alegrarte la vida.
Siempre he pensado que lo más inteligente en la vida es quedarte con lo bueno de cada cosa, y esto se puede aplicar a todos los ámbitos de la misma, desde una relación sentimental hasta una ciudad, quédate siempre sólo con lo bueno. Yo me quedo con el encanto de Sevilla y la modernidad de Madrid. Y ahora que están de moda las fusiones para todo, propongo: convirtamos a Sevilla, entre todos, en signo de modernidad e innovación. Eso sí, sin perder su encanto, su alegría, su arte, su duende, sin dejar de ser, en definitiva, SEVILLA.
Lo más inteligente no es sólo quedarse con lo positivo,también, adaptarse rápido al nuevo entorno;tú ya lo estás consiguiendo.
ResponderEliminarBelén.-
Por cierto, me ha enctado tu periplo por Madrid :)
ResponderEliminarBelén.-
Al final se va llenando la mochila de experiencias y éstas te van enseñando cual es el camino. Cuando lo encuentres, quítate de encima las ramas y sigue hasta el bosque....no pares. Aunque caigas de vez en cuando, no te rindas. Lo importante es intentar ser consecuente con uno mismo. Ya se sabe que más vale morir de pie que vivir de rodillas.
ResponderEliminarPaloma Sionaria
Al leer el post me siento identificada con su idea de aportar lo que aprendas fuera en tu tierra. Yo estudio en Madrid pero me gustaría volver algún día a Gran Canaria y enseñar algo de todo lo que estoy viviendo, aprendiendo y creciendo en Madrid.
ResponderEliminarEnhorabuena por la vuelta a Sevilla.
Saludos.
Muchas gracias Belén y Paloma. Estos comentarios son los que animan a seguir con el blog.
ResponderEliminarCristina, es una buena filosofía, verdad? Y con más razón si tu tierra lo merece. Porque Andalucía y Canarias lo merecen, y quizás tienen en común ser lugares preciosos pero faltarles iniciativas. Mi madre es Canaria, de la isla bonita, así que me siento identificada. Me he pasado por tu blog, está genial.
Ánimo para ti también en tu camino!y en tu vuelta, si la tienes!
Saludis