En el último post escribía sobre la motivación (o pasión como prefiero llamarle) que tenemos o debemos tener todos hacia nuestro trabajo. Pero... y si en último término, aunque sigamos todos los consejos, aunque nos esforcemos, simplemente no se tiene. Mirad, esto es como los novios, o se siente o no se siente, si no lo sientes cambia (de trabajo, no de novio/a, ahí de momento no me meto).
Sé que hay muchos peros que impiden hacerlo (me sigo refiriendo al cambio de trabajo) y más en el momento económico en el que vivimos. Los miedos, las dudas, los "y si sale mal" asaltan nuestra mente. Pero quizás debamos agarrarnos precisamente a ellos para empujarnos al cambio. Puede ser el momento de emprender, por ejemplo, el negocio que siempre has soñado, si lo comparamos con el de precarias condiciones que ahora tenemos, por culpa de la crisis. Como leí una vez en una entrevista a Isabel Aguilera, "algo bueno traerá la crisis: generará emprendedores".
Además, y más importante, la vida es una y es una auténtica pena que te la pases realizando algo que no te satisface. Ya, ya sé que podemos tener pasiones fuera del trabajo, pero no nos engañemos, compatibilizarlas con el querido y castizo horario español con dos horas de siesta partiendo el día en dos, se nos hace cuanto menos difícil. Por tanto, es simplemente una cuestión práctica, haz de tu trabajo tu hobby, tu pasión, así te aseguras poder dedicarle todo el tiempo del mundo.
Os doy el ejemplo de un gran amigo mío. Mi amigo tiene un buen trabajo en una mejor empresa, sin embargo no le satisface o al menos no del todo. Y es que, aunque él nunca me lo ha dicho directamente, desde que lo conocí vi en sus ojos y en su entusiasmo por los temas que de verdad importan, unas ansias de vivencias y experiencias que iban más allá de las hojas de cálculo, el debit, el credit y todo el apasionante mundo de la contabilidad. Ojo, que no se me enfaden los auditores, al que le apasione, estupendo (no seré yo la que juzgue las pasiones de nadie, lo importante es tenerlas, ya lo he dicho alguna vez). Sin embargo, no era el caso de mi amigo, a él le apasiona el coaching y puedo asegurar por experiencia propia que es muy bueno, así que se va a lanzar a montar algo propio. ¿Será duro? pues seguro que sí y sobretodo en los inicios, en los que deberá compaginar. Pero, y cito sus palabras "uno tiene que ser consecuente, y si algo te gusta, sacas horas de debajo de las piedras".
Así que os animo a todos los que tengáis un proyecto por ahí (ya sea en mente, en un cajón olvidado o en word inacabado) lo pongáis en marcha de una vez. ¿Por qué? porque como dijo una vez Bob Marley "no hagas de tu vida un borrador, tal vez no tengas tiempo de pasarlo a limpio". Pues eso, a seguir el tan macabro como revelador consejo del gran músico visionario. Hay que lanzarse, que la vida es corta y lo que es seguro es que las cosas no vienen solas. Así que no esperemos sentados a que pase algo, porque como no empujemos al destino, simplemente no sucederá. Y si con todo esto no os he convencido os dejo esta maravillosa canción de Fito y los Fitipaldis: "Lo que me llevará al final, serán mis pasos, no el camino, nos ves que siempre vas detrás cuando persigues al destino". Nos hará reflexionar o como mínimo nos alegrará la mañana.
Buena y productiva semana.
Elisa!! me tienes enganchada!!!! un beso!!!
ResponderEliminarUna maravilla!! Muchas gracias por compartirlo!!
ResponderEliminarÉxitos con el blog!
Saludos!
Patricia.
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