"Recapitular": primera semana de trabajo

Cuando comienzas a trabajar en un nuevo lugar, es interesante recapitular y "pararse" a pensar sobre lo aprendido y lo que la empresa y tú os habéis aportado mutuamente en la primera semana. Pararse, ese verbo que cada vez empleamos menos en este agitado mundo en que vivimos. En el trabajo es igual o peor, entregas, deadlines, tareas, preocupaciones, y siempre corriendo para realizarlo todo bien y en tiempo. Pero ¿nos paramos a veces a pensar qué estamos realizando exactamente? ¿qué hemos aprendido? ¿cuál es, como dicen los ingleses, el big picture?

Realizamos tareas y tareas que nos encomiendan, y a veces no sabemos de dónde viene dicha tarea, de que parte del proceso se trata. Por ello es importante, pararnos a pensar, y cuando algo no se sepa: preguntar, preguntar y preguntar. Nadie nace sabiendo y además, siempre es mejor una persona que se cuestione las cosas que alguien que no lo haga.

Pues bien, ahora que se cumple una semana de mi inicio en una nueva empresa, he decidido "pararme" y recapitular. Aquí os dejo la visión de los primeros días de trabajo de una chica que comienza en este mundo de los recursos humanos:

Lo primero que cabe destacar es que la empresa ha sabido transmitir a todos los jóvenes que nos incorporábamos una serie de mensajes. Los cuales, he encontrado muy interesantes, y espero que vosotros también ya que pueden aplicarse a todo tipo de empresas y ¿por qué no? a la vida.

El primer mensaje transmitido, ha sido que en la empresa no hay un númerus clausus. Es decir, tu éxito, el quedarte o no, sólo dependerá de ti. Así, debemos trabajar en equipo y no dedicarnos a darnos zancadillas unos a otros. Esto me parece muy importante, nunca me ha gustado la política de "contratar a dos becarios, que se maten entre ellos y nos quedamos con el que sobreviva". Es perjudicial, incluso para la propia empresa, ya que dos de sus trabajadores están luchando uno contra otro. Se supone que estamos todos en el mismo barco ¿no?

También han sabido trasmitirnos la importancia de la, tan de moda ahora, inteligencia emocional. Tan importante es, o más añadiría yo, tener unos buenos conocimientos técnicos, ser listos, eficaces, rápidos en la ejecución, etc; como saber relacionarnos, transmitir, lidiar... En definitiva, ser inteligentes emocionalmente.

Y, por último, han reafirmado, el que creía el secreto para ser el mejor: sentir pasión por lo que haces. Y eso, o se siente o no, esto es como un novio, no se pueden forzar los sentimientos. Pero si sientes esa pasión, entonces lo demás irá rodado.

No obstante, no penséis que desde el primer día todo van a ser actividades emocionantes a las que entregarnos con total pasión. Al principio toca mucho trabajo de backoffice (que se dice así en inglés para que suene más interesante. Es en realidad eso, labores administrativas). Es normal, acabas de llegar y hay que empezar desde abajo. Pero, ya sabéis, "un camino de mil millas se comienza con un paso", y yo estoy segura que nunca olvidaré en toda mi vida laboral el primer curriculum grabado, la primera persona entrevistada, o la primera dinámica de grupo a la que asistí.

   ¿Y vosotros? ¿recordais vuestro primer día de trabajo?