miércoles, 13 de agosto de 2014

"Quien habla dos idiomas, tiene dos almas"


Acabo de llegar de una de las más estimulantes y diferentes experiencias de mi vida: "El pueblo inglés". Para los que no conozcáis esta acertada metodología, se trata de un enclave de ensueño, en mi caso fue en La Alberca (Salamanca), donde un grupo de 20 españoles y 20 angloparlantes de todas las nacionalidades, comparten una intensiva e intensa semana comunicándose sólo en inglés.

 

Recuerdo que cuando llegamos nos dieron a todos un regalo de bienvenida. Era una taza con un mensaje en inglés. La mía decía así: "Quien habla dos idiomas, tiene dos almas". La leí, observé a mi alrededor y me dije, tarareando la canción "tonight´s gonna be a good night", que sería una buena semana. Ya conocía la frase y estaba totalmente de acuerdo con ella. No hay cosa que más admire que saber manejar a la perfección dos o más lenguas (en el sentido de idiomas, I mean).  Junto a saber cantar y volar, creo que entran en mi Top Five de cualidades deseadas.



El Inglés

Respecto al objetivo Number One, perfeccionar el inglés, mis expectativas han sido totalmente cubiertas. Te ofrecen justo lo que todos los españoles necesitamos: hablar, conversar, perder el miedo, ganar fluidez, pensar y hasta soñar (lo juro) en la lengua de Shakespeare. En fin, lo que el sistema educativo español no ha podido conseguir en todos estos años conmigo ni con, estoy segura, muchos de los que estáis leyendo este post ahora mismo. La base la tenía (¡la tenemos todos!) y hablar 15 horas diarias en inglés, ayuda. Bueno, había días que más de 15 horas, porque las fiestas se alargaban; a los españoles nos gustan las fiestas; y es por todos conocido que nuestra fluidez se multiplica con cada cerveza que tomamos, esa es una regla matemática inmutable.
 

Se trata de una semana con un sencillo y eficaz formato. Realizamos diferentes actividades individuales y grupales: juegos, role plays, conference calls, teatros... Pero, sin duda, la actividad estrella es el One to One, que consiste en conversar durante 50 minutos con un angloparlante sobre tu vida, la suya, lo divino, lo humano y lo que os apetezca. Te da la oportunidad de, además de practicar el inglés con muy diferentes acentos, conocer a personas muy interesantes de todas las partes del globo. Personas en las que quizás sin esa "imposición" de tener que pasar 50 minutos con ellas, no hubiéramos reparado y ay lo que nos hubiéramos perdido.

La semana es muy intensa mental y emocionalmente hablando, y aunque acabas agotado, se crea una atmósfera y unos vínculos difíciles de explicar. Si comienza con 40 desconocidos con miedo, a la expectativa y sin abrirse demasiado, termina con 40 ya amigos abrazados y cantando una canción a coro sobre la experiencia vivida. Recuerdo que el "maestro de ceremonias" (así lo denominan) me contaba que él había realizado ya unos 120 programas. La verdad, no podía imaginarme repetir 120 veces las mismas cosas una semana tras otra.

—Your life must be like Groundhog Day— Le dije, comparando su vida con el día de la marmota y haciendo honor a mi, en ocasiones, poco tacto.
I cannot deny that I repeat over and over the same things and even the same jokes, is exhausting; but, you know what? each program is very different from program before, for one thing...
—What thing?
—The people. When people change, everything changes. It is different because of you—. Me gustó la respuesta.
 

La experiencia vital


Respecto a la experiencia vital, superó expectativas. Yo buscaba sólo el inglés y me traje una experiencia diferente, de esas que te revuelven tus creencias, prejuicios y valores, de esas que se denominan puntos de inflexión. Necesitamos de tanto en tanto estos tipos de puntos en nuestras vidas para, al menos, cuestionarnos algunas cosas y después seguir adelante. Esta experiencia ha sido uno de ellos en la mía. Los One to One con cada uno de mis compañeros me han permitido conocer personas muy diversas y sentirme por unos minutos muy muy cerca de ellas. Me he sentido totalmente identificada con los problemas de dos amigas newyorkinas, como las de las series, pero con un corazón de oro; he descubierto, con una pareja canadiense, las claves del teatro; he reparado, con un jubilado de North Carolina, en la magia de la naturaleza; me he reído a carcajadas con una chica a la que no conocía, de mi propia ciudad; y he reflexionado sobre la vida delante de un café, con un madrileño en el precioso pueblo de La Alberca. Todo ello en inglés, que tiene más mérito; y que ahora me pregunte —pero ¿esa conversación la mantuvimos de verdad en inglés con lo intensa que fue?—  más mérito aún. Eso es que el programa ha funcionado.

Me encantaría verlos a todos alguna vez y lo haré si tengo la oportunidad, aunque también sé que no será lo mismo. Mi hermano, que siempre ha sido algo escéptico con esto de las nuevas amistades, siempre le decía a mi madre como excusa para no tener que mandar cartas y telefonear a su familia de acogida de EEUU y demás amigos y conocidos que hacía en los distintos campamentos y programas de intercambio; que los podría escribir, pero que nunca sería lo mismo, que la experiencia había estado muy bien allí, pero que mejor dejarlo así porque era difícil que se repitiera en otro lugar. Mi madre siempre pensaba que no lo hacía por vagueza, y seguro que algo de eso había, pero también entiendo la filosofía de mi hermano. Podremos volver a vernos; de uno en uno o, si hay suerte, unos cuantos a la vez, pero lo que allí se vivió, la atmósfera que se creó, es imposible volver a reproducirla.



 
Yo ya tenía algunos amigos extranjeros, pocos pero buenos; y son de los que más aprendo y los que me han hecho ser como soy ahora, abierta a este grande y maravilloso mundo. Una de mis compañeras de trabajo y gran amiga es eslovaca, ella habla perfectamente español. Sí, es de las que posee más de un alma, y eso se nota.  Un día estábamos hablando y me dice: Entonces ayer vamos a comer a aquel sitio nuevo ¿no?—¿Ayer? pensé que le estaba dando un ictus —¿cómo vamos a ir ayer Martina?— y me contesta ella muy natural —Perdona, mañana. Siempre me confundo con esas palabras, me pasa igual con el amarillo y el naranja— La respuesta me pareció simplemente genial; y me quedé pensando que tiene el mismo problema que muchas personas: confundir el ayer y el mañana.

 
                                             

Lo que me pasa es que siempre que hablo con ella, se me olvida completamente que no es nativa, por eso me sorprende y enternece cuando comete algún error. En alguna ocasión le he dicho que porque no deja claro que es eslovaca, sobre todo en cuestiones de trabajo, por si comete algún error, que éste sea justificado. Ella siempre me contesta que por qué debe hacerlo, ser eslovaca es sólo un rasgo más, ni más importante ni menos. Tampoco va contando que le gusta el color rosa, practica natación o tiene alergia a los gatos. Pues también es verdad, siempre me da alguna lección, debe ser por eso de tener dos almas.

Esta experiencia me ha servido para darme cuenta que los sentimientos, como el miedo, el amor, la amistad... son universales, ya los sientas en un apartamento de Mahanttan mirando como llueve sobre Central Park o en una casa de Sevilla en la que los rayos de sol entran por la ventana.
 
Me propuse hacer este post en inglés, pero finalmente decidí que no. Por una sencilla razón, creo que tengo el nivel para trasladar la información, pero de forma aséptica, sin giros, sin comparaciones, sin juegos de palabras, sin frases hechas...que trasladen todas las emociones que sentí.  Para resumirlo: yo aún tengo una sola alma y es desde lo más profundo de ella, desde donde escribo este post. Pero esta experiencia me ha servido para tener claro que voy a luchar por tener al menos dos (o quién sabe si más). Porque una nueva lengua es una puerta al conocimiento, al mundo y a las diferentes emociones. Porque una nueva lengua es una nueva alma

                                                              ¿Y tú?¿Cuantas almas tienes?

6 comentarios:

  1. Qué gracia mencionarme! Siempre me encanta leer tu blog, eres la mejor! Todavía queda mucho por enseñarnos y aprender de ti, espero poder seguir siendo el fan number one ;)

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  2. Me alegro que lo disfrutaras! Es una gran experiencia que creo que no hay que perderse si se tiene la oportunidad. Un besazo, ya comentaremos!!

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    1. Gracias Amalia! Una alegría que te pases por mi blog, aquí tienes tu casa! Y tenías razón, el pueblo inglés me encanto!

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  3. Me ha encantado...es muy verdadero y muy profundo, como tu. Gracias a ti por regalarme un alma entonces...

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  4. Intuyo quien eres..ya que no acostumbro a regalar almas todos los días...gracias a ti por regalarme al menos media alma pero sobretodo mejorar mi alma nativ

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  5. Elisa muchas gracias por el blog. Sin haber estado ahí y por un momento, he creído poder compartir tu experiencia. Es fantástico como con tus palabras consigues trasladarnos al lugar y hacernos partícipes.Ahora que lo pienso, conseguirlo no solo se hace posible con palabras. Congrats!!!!

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